Ime Udoka, entrenador novato pero afilado a la sombra de Gregg Popovich, encontró a tiempo la sintonía: son el mejor equipo de la NBA en lo que va de 2022, camiseta de los rockets un conjunto rocoso atrás que empezó a descongestionar su ataque en la segunda mitad de la temporada. Después de ser elegido por primera vez en el Quinteto Ideal de la temporada, de liderar a su equipo hasta las primeras Finales desde 2010, tiene ante sí el reto de buscar el anillo ante la gran dinastía moderna. Después de caer en las Finales de la NBA de 2019 ante los Toronto Raptors, los Warriors empezaron una travesía por el desierto de dos años sin jugar los playoffs en los que Klay Thompson acumuló casi mil días sin jugar por dos lesiones gravísimas y Stephen Curry se perdió prácticamente entera la temporada 2019-2020 al romperse la mano izquierda. Las rotaciones se acortan, pero detrás de las estrellas siempre hay nombres que pueden voltear un partido, cuando no una eliminatoria. En una eliminatoria tan igualada hay solo un dato que abruma: entre todos los jugadores de los Warriors suman 123 partidos en las Finales, mientras que ninguno de los Celtics sabe aún lo que es jugarlas.

El segundo, un interior atlético que terminó la eliminatoria contra Miami con serios problemas para moverse. Y frente aun legado ya seguro, el que aún escribe sus primeros versos. Aunque su legado queda ya muy por encima de los premios, ganarlo junto a un cuarto anillo redondearía una carrera en la que aún no se adivina freno. ↑ «Corea del Norte desafía al mundo con una potente prueba nuclear». Además el primer equipo realiza una gira por Centroamérica y América del Norte. Los uniformes de baloncesto son algo más que ropa deportiva; son un símbolo de espíritu de equipo y pasión por el juego. En la parte delantera aparece el logo del equipo y, en las ligas donde se autorice, la publicidad. En los Warriors, Andrew Wiggins es una de las grandes historias del curso. En Basketspirit somos especialistas en ello y tenemos una de los catalogos swingman más completos de España y Europa, de la NBA de los años 70,80,90,00,10s con los jugadores más icónicos y con muchas rarezas que harán la delicia de los aficionados.

Los nervios se apoderaron de los Celtics y Golden State apretó hasta superar los 20 puntos de ventaja, lo que llevó al TD Garden a abuchear incluso a sus jugadores. Boston controló por completo el juego salvo en la inevitable acelerada de Warriors en el tercer período, en el que Curry entró en combustión con 15 puntos y 4 triples para poner a Golden State delante en el marcador. Stephen Curry se llevó este jueves el MVP de las Finales de la NBA, la primera vez que la estrella de los Golden State Warriors consigue este galardón. Que el cansancio y las tensiones de cinco años seguidos llegando a las Finales les había empezado a pasar factura. Sin embargo, pocos días después elimina al Real Madrid en una «agónica» tanda de penaltis -el resultado tras ambos encuentros fue de 2:1 favorable al conjunto que actuaba como local- en la que Philipp Lahm y Toni Kroos fallaron, mientras que Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramos erraron por parte del club español. El base brilló con 31 tantos, incluidos 6 triples, pero dejó la cancha por un fuerte golpe en la pierna izquierda sufrido en una disputa con el dominicano Al Horford.

Si está sano, es un apoyo (y recambio) importante para el veteranísimo Al Horford. Pero los Celtics no se iban a rendir sin luchar e impulsados por Brown y Horford lograron un parcial de 15-2 que les ponía 74-65 en la antesala del último cuarto. Los Golden State Warriors parten además con el factor campo a favor: la serie abre en la madrugada del viernes en el fastuoso Chase Center, un pabellón de 1.500 millones que acoge los playoffs por primera vez desde su inauguración en 2019. Y esa ventaja tiene un agravante: el trío Curry-Thompson-Green ha ganado al menos un partido fuera de casa en todas las eliminatorias que ha jugado en su carrera. Después de años anunciándose, de caer tres veces en la final del Este, los verdes han llegado a las Finales de la mano de Jayson Tatum, una de las estrellas jóvenes más brillantes, y una defensa soberbia. Tras el descanso, Curry se dio un homenaje con una lluvia de triples que llevaron a los Warriors a una ventaja máxima de 22 puntos (72-50) y, en una icónica imagen, a señalarse la mano reclamando su cuarto anillo.

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